Juan 10:9-10 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Apocalipsis 3:7-8 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia (Asia): Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre,8Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. Si usted es alguien que no tiene una vida abundante, si sientes que eres alguien que que está sin fuerzas, este mensaje es para ti. Si tú crees, hoy puede ser abierta una puerta, una oportunidad, una posibilidad para tu vida, familia, ministerio, por aquel quien abre y nadie puede cerrar. Hay momentos en que nos obstinamos con algo y decimos que es de Dios, pero El también es alguien que cierra y nadie puede abrir. Si estás luchando con algo que no sucede, que no se da, es posible que estés tratando de forzar una puerta que Dios está cerrando y si El cierra, nadie puede abrir. Igualmente Hoy El Señor te dice: ...he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar ... aunque tienes poca fuerza...
¿Quién hace esta promesa?
El Verdadero, quien es La Verdad, La Palabra de Dios hecha hombre (Jn.1:14). El que tiene las llaves de David. Las llaves del Rey, símbolo de Toda Autoridad sobre todo el mundo, lo creado. Vos que te sentís sin fuerza la puedes recibir del Santo y Verdadero. El que promete y cumple con su diestra de poder. El no es hombre para mentir, el promete y cumple. Si vos crees que Dios es poderoso para cumplir sus promesas prestemos atención a Su promesa.
¿Qué nos promete?
El v.8 dice Puerta Abierta delante de tu vida que nadie puede cerrar. Y aunque tienes pocas fuerzas El abre Puerta en tu vida afectiva-familiar-económica. Si reconocemos que no tenemos fuerzas entonces Dios nos dice: Aunque tienes pocas fuerzas, estás frustrado ya no tienes ganas de seguir intentándolo te doy una nueva oportunidad, pero lo tenemos que creer pues solo tenemos lo que creemos. Recuerda que actuamos conforme a lo que pensamos. Si estamos desalentados y desanimados y confiamos en Dios, El abre una Puerta, una nueva posibilidad que nadie puede impedir ni entorpecer.
¿Porqué perdemos las fuerzas?
Ya no tenemos fuerzas porque lo hemos intentado y fracasamos. Pero lo hemos intentado en nuestras propias fuerzas. Por eso se acabaron porque son las nuestras pues las de Dios no se acaban, no se agotan. Entonces ¡alegrate! ¿cómo? si estoy depre, triste, sin ganas. Es que cuando nos gozamos en lo que Dios nos promete (pues lo creemos), entonces El envía Su Fuerza por eso dice Nehemías 8:10 ...no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. Es que si reconocemos que se acabaron las fuerzas entonces, como dice el apóstol Pablo en (2ª Corintios 12:8) el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad.... Dios dice: ahora que vos no podés más, me toca a mi y yo puedo. Por eso Pablo decía todo lo puedo...en mis fuerzas? ¡No! en las de Cristo. El manifiesta su poder.... sus recursos vienen cuando uno no puede. Pues cuando estamos bien no necesitamos de Dios nos las arreglamos solos. Pero cuando se nos cierran todas las puertas y no damos más, allí miramos para arriba para recibir de sus fuerzas y tomar lo que Dios nos quiere dar.
¿Qué Puerta es la que se abre?
No es cualquier puerta. Es una puerta especial: Yo soy la puerta... No dijo yo soy una puerta... una de las posibilidades. El llama y si entra cambia tu vida. Cuando El entra a un lugar todo cambia, como cuando entró en el templo, o en la barca con sus discípulos en medio de la tormenta. Todo cae ante su presencia, como cuando se presentó ante Saulo de Tarso, incluso como los soldados que le vieron salir del sepulcro en la resurrección (cayeron como muertos). El nos quiere llevar a su Reino. Como se entra... por Cristo. Y si ya pasaste hoy Dios abre una puerta delante de tu vida familiar-afectiva-económica-laboral-ministerial. El hace todas las cosas nuevas. Quiere que avancemos que no nos estanquemos, pasivos, tranquilos festejando las viejas conquistas del pasado. Es el Dios que nos desafía y dice hay más....para tu vida...plenitud, abundancia, felicidad, progreso. Extendé tu territorio para que crezca mi reino (Isaías 54:2-3). Dios se pone triste cuando nos aplacamos y nos conformamos. Pues el dice todo lo que pisare la planta de vuestro pie será vuestro. Nadie te podrá hacer frente. Nadie te puede resistir. Hay una puerta abierta: pasad...No dudes pues Dios provee: mi Dios pues suplirá... hay una puerta abierta para tu flia el Dice: yo soy el que edifica tu casa...en tus estudios...quiere que crezcas que seas cabeza y no cola.... el te dice yo abro quien podrá cerrar?
¿Porqué no se abre mi puerta?
Toda promesa tiene una condición, pues Dios es un Dios de Pacto, de comunión. No hace las cosas solo, tampoco nos hace marionetas o títeres de su voluntad. Por eso seguir a Cristo no es una religión sino una relación. Siempre hay condición, en este caso: guardar si palabra y no negar su nombre. No la Biblia en la biblioteca sino vivirla, creerla, obedecerla. Y confesar a Jesús con nuestra palabras y testimonio de vida. Cuando se presenta la oportunidad una persona que está mal, deprimida y no oro, o no doy testimonio, estoy negando su nombre. Como Pedro pero con la diferencia que cuando oyó el gallo cantar se arrepintió y cambió, por eso después Jesús le abrió las puertas y encima le dio las llaves. Hoy hay muchos creyentes que viven con puertas cerradas porque saben que les cantó el gallo mas de tres veces pero no se arrepienten, no cambian y al no cumplirse la condición, el pacto c/Dios en sus vidas, no se abren las puertas, no se abren las ventanas de los cielos y no vienen todas las bendiciones.
Desafío y Compromiso
Pedro se arrepintió genuinamente. Por eso El Señor le abrió delante una Puerta Grande. Arrepintámonos de nuestra negación de nuestra falta de compromiso...cumplamos las condiciones de Nuestro Pacto. Si cumplimos las condiciones hay Puerta Abierta delante de nuestra vida. Y la puerta que queda cerrada es la que el diablo quiere usar para entrar en nuestras vidas: La puerta del Pecado. En las Fronteras del Alma, del Espíritu y del Cuerpo...No digamos No Puedo. En nuestras fuerzas no podemos por eso el nos dice: se que tienes pocas fuerzas pero si obedeces, si crees y pones tu fe en acción, vienen sobre tu vida nuevas fuerzas... que son fuerzas como las de búfalo... porque como dice Isaías 40:31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Hay una puerta con mayúsculas: Jesucristo. Yo soy La Puerta... Esa es la Puerta principal de la Vida Eterna. Cuando vos respondiste al llamado de Jesucristo que llamó a tu puerta (Apoc. 3:20) el entró a tu vida y te guía hacia la vida eterna y solo podemos entrar a través de El. El es la puerta principal en tu vida así como en tu casa hay una puerta principal y otras puertas. La Puerta principal es la de entrada, las otras son la de la cocina, el baño, el dormitorio, la biblioteca o sala de estudio, la del estar o living. Podríamos compararlas con las puertas de las áreas de nuestra vida: P/ej. La puerta de la cocina sería La Puerta de La Provisión. Jehová jiré el es mi proveedor. La puerta del baño podría ser La Puerta de Limpieza, La Purificación, La Santidad. Jehova Kadosh el que me santifica. La puerta del dormitorio podría ser La Puerta del Descanso, La Paz. Jehova Shalom el que me da Paz y descanso completo. La puerta del Living o Estar podría ser la Puerta de Su Presencia, Jehova Sama. El que está aquí, está con nosotros, está presente...Pero no podes pasar por ninguna de esas puertas si no pasas primero por la principal. Primero tienes que entrar al Reino, luego viene lo que está adentro... “por añadidura”. (Mateo 6:33), primero el Reino de Dios, luego todo lo demás. Viene solo. El sabe. ...Señor dame tu provisión... Señor límpiame, purifícame, santifícame... Señor dame Paz, dame Descanso... Señor dame tu Presencia, muéstrame tu Gloria... Primero hay que entrar por “La Puerta”. Claro que hay muchos que quieren entrar por las ventanas... pero La Biblia dice que el que no entra por la puerta es el ladrón (Juan 10.1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador). Si ya pasamos por La Puerta de la salvación entonces cuidémonos de guardar su Palabra y no negar su Nombre y por fe comenzar a ver las puertas que El Señor abre: Puertas abiertas de Provisión, Descanso, Santidad, La Puerta a su Presencia... El nos dice: ...Tu descendencia conquistará Las Puertas de sus enemigos... y nos dice: Pasad, pasad por las puertas, barred el camino al pueblo, allanad la calzada, quitad las piedras, levantad el estandarte de la Salvación a los pueblos.
